Desde temprana edad, la madre de Céline le transmitió su pasión por las piedras preciosas y sus virtudes energéticas y espirituales. De hecho, deslizaba piedras en sus bolsillos todos los días para protegerse de su vida diaria. Es por tanto esta herencia familiar la que empujará a la futura diseñadora a hacer de su pasión su trabajo.
El descubrimiento de Jaipur
Cuando comienza a crear sus propias joyas, Céline Daoust descubre la turmalina, que proviene principalmente de Jaipur. El diseñador decide volar a la India para descubrir las riquezas de la ciudad, ¡y literalmente se enamora de ella!
Jaipur se define como una auténtica encrucijada del comercio de piedras preciosas, y una ciudad en la que el simbolismo de las piedras y su energía es fundamental... todo lo que ha impulsado a Céline Daoust desde su infancia.
Céline Daoust, o el poder de las piedras
Es por tanto en Jaipur, una ciudad muy querida en su corazón en la que ahora permanece la mitad del año, donde Céline Daoust se inspira, y acaba fundando allí su marca de joyería homónima en 2009. Lo que le gusta a la diseñadora es trabajar con piedras en bruto encontradas en el sitio, porque según ella, las imperfecciones de cada piedra son las que revelan la singularidad de una joya. De hecho, todas las creaciones de Céline Daoust están adornadas con piedras preciosas con diferentes virtudes y símbolos; la esmeralda representa el amor incondicional, la labradorita protege contra la negatividad, la turmalina tiene poderes curativos... Todos encontrarán la piedra que les corresponde o la piedra perfecta para ofrecer a un ser querido en Céline Daoust.